Es un 20 de mayo, del año 2012, y un alto ejecutivo se
dispone a firmar un contrato, en el que le hace jefe de una gran empresa. Cae
el fin de semana, y vemos a la misma persona, en el estadio Santiago Bernabéu,
actuando como si fuera una bestia, descamisado, y con una bengala en la mano.
¿Es la misma persona? ¿Es así cuando se quita la chaqueta y
la corbata? ¿No será que el cambiar de contactos le ha influido lo suficiente
como para no darse cuenta de que lo que está haciendo es una grosería del
tamaño de un caballo?
Hoy en día puede que estemos acostumbrados a ver este tipo
de cosas, pero te paras a pensar, ¿es normal? La respuesta que te daría una persona
es NO, una persona deberá
comportarse en todos los sitios donde vaya, de una forma educada, no llevar una
máscara a cada lugar, y según con quien esté me pongo una o la otra.
Lo importante es mantener tu punto de vista sobre cualquier
cosa, y no cambiar en absoluto de tu idea.
“Cada loco con su tema, contra gustos no hay ni puede haber disputas,
artefactos, bestias, hombres y mujeres, cada uno es como es, cada quién es cada
cual y baja las escaleras como quiere”» Joan Manuel
Serrat
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