
Tras el minuto que se tarda en coger el folio, el profesor coge, y pone la silla encima de la mesa del alumno que tiene en frente, y dice: “usando cualquier cosa aplicable que hayan aprendido durante este curso, demuéstrenme que esta silla no existe”. Todos los alumnos se miran sorprendidos, y deciden empezar el examen. Cada uno empieza a poner sus argumentos de por qué la silla no existía y a poner cara de filósofos.
No hace ni 15 minutos que el profesor ha entregado el examen, y un alumno que se estaba jugando todo el curso en ese examen se levanta y entrega el examen ante el asombro de toda la clase.
Han pasado tres días de este acontecimiento, y como es característico en Retamar, van los alumnos con sus padre a ver las notas. Todos los alumnos de 1º de Bachillerato salen indignados con el profesor de filosofía, menos uno, que justamente fue el que acabó en 15 minutos. La respuesta de éste fue: “¿Qué silla?”
Manu.A
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